El rescate de España y el Presidente perdido

Es terrible y triste ver el papel que está haciendo últimamente a nivel internacional nuestro presidente Rajoy, al que es muy fácil pero también muy merecido criticar y con dureza.

Esto viene a cuenta de que Rajoy a vuelto a liarla y Merkel, Obama y Hollande siguen apremiandole para que actue con rapidez, algo que no sabe hacer porque va contra su propia naturaleza, lo suyo es dejar pudrirse las situaciones.

Ha dicho Obama que "... cuando España clarifique el rescate, se calmarán los mercados ...", pero ¿de qué rescate hablamos".  Ahora sabemos que el 9 y 10 de junio el famoso rescate de 100.000 millones no existió porque España no ha pedido aún rescate alguno. ¿Qué fue entonces lo que hicimos el 9 y 10? ¿En qué consistió el fabuloso éxito que nos vendieron Rajoy y Guindos?

En Moncloa nos vendieron que nuestro presidente, después de hacer una presión desconocida hasta el momento logró que nos diesen 100.000 millones de euros por la cara.  Entonces el nuevo inquilino, después de demostrar como se pueden solucionar los problemas en un pis pas, decidió irse al fútbol asegurando que este préstamo ni afectaría a la deuda ni al déficil ni traía contraprestaciones.  Vamos se nos había dado todo alegremente por ser quienes eran ellos.

Pasa poco más de una semana y de lo dicho nada.  Se da un giro completo y se habla de que seguramente tendremos que pedir un rescate.  Este patético presidente que solo habla cuando sale fuera, asegura ahora en Méjico que lo del día 9 ha sido lo más dañino que nos podía pasar a pesar que desde el principio ya habían advertido desde todos los sitios que sí tendría que afectar a la deuda y al déficit.  Claro que para optar a un eurocrédito, lo primero que hay que hacer es pedirlo y el Gobierno Rajoy lleva demasiados días mareando la perdiz, algo que no genera precisamente confianza en los mercados ni entre los líderes de G20.

Pedir un eurocrédito de 100.000 millones no es una broma.  Cualquier prestamista va a exigir la seguridad del pago del mismo hasta el último céntimo, con sus intereses correspondientes y en el plazo que se acuerde.

Esto nos lleva a que estarán vigilando cada decisión económica no que tome España, en realidad será las que tomen el Gobierno de España, y si para cumplir hay que subir el IVA, exigirán a Rajoy y Cía. que lo suban, y si hay que recortar a los funcionarios y a los pensionistas, se recorta, y lo que haga falta, faltaría más.

Así están las cosas.  Rajoy dejando pudrirse la situación como a él le gusta, haciendo el mayor ridículo internacional que conocemos, y los ciudadanos padeciendo el Gobierno más inepto, incompetente y voluble de la democracia.  En el PP ya hay quien aboga por un gobierno de salvación presidido por Aznar.  Posiblemente sea la carverna, sí, pero ahí están, ni los suyos creen en él.

¿Qué nos espera a nosotros, a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos?