¿Saben en el Gobiernos lo que van a hacer? Una vez que han pasado los famosos tres meses de Rajoy en la presidencia merece la pena hacer unas reflexiones.
Durante meses Mariano Rajoy nos ha estado diciendo de forma machacona que Zapatero debía irse ante su manifiesta incompetencia y que él sí sabía muy bien lo que había que hacer con la economía, que él resolvería los problemas, generaría empleo, detendría la crisis, étc., nunca dijo como pero la gente necesitaba eso para mitigar su angustia.
Pues bien, Mariano Rajoy tenía un plan para recuperar la confianza de los mercados, de la Unión Europea, del Fondo Monetario Internacional, de la OCDE y de quien se le pusiera por delante. Él sabía perfectamente como devolvernos en un pis pas a la posición idílica que ya habíamos ocupado durante sus estancias en el Gobierno de España.
Ahora que han pasado tres meses vemos que efectivamente, tiene espíritu reformista, pero sus impulsos en buena parte van destinados a cuestiones más bien poco relacionadas con la crisis, o más bien nada relacionada con ella: aspectos de la reforma laboral, la subida de impuestos, el aborto, el matrimonio entre personas de igual sexo, étc.
Si he de ser justo debo reconocer que ha aceptado en cuestiones como que los proveedores puedan cobrar sus deudas con los Ayuntamientos.
Ha puesto buena intención en los temas relacionados con la dación de la vivienda, per lo ha dejado a la buena voluntada de la banca, y la banca ya se está quejando antes de ponerlo en marcha.
Ha decidido cubrir con un velo la ley de transparencia, para que aunque sea transparencia no pueda ser cristalina, dejandola a la que se puedan permitir los agentes económicos, con la excusa de que no les vaya a generar dificultades económicas.
Es muy posible que el tema más importante de la crisis sea el relacionado con la salud de las entidades financieras. Ya sabeis, esas entidades que tanta responsabilidad tienen en la crisis, que no quieren ni pueden digerir los 300.000 millones de euros generados por el ladrillo.
El Sr. Rajoy en este punto ha decidido salvar entidades insalvables dejando pendiente lo esencial de la reforma. En esto, desgraciadamente cuenta con el apoyo del Partido Socialista.
Así las cosas, hasta el presidente de la patronal bancaria Miguel Marín, ha advertido que se está actuando sin rumbo fijo en la reforma bancaria. Todavía no se sabe quien va a pagar el salvamento bancario.
La prima de riesgo española, que en tiempos de Zapatero era muy inferior a la italiana se ha invertido hasta el punto que su amigo, el presidente italiano Mario Monti se ha permitido afearnos la conducta, acusandonos de contaminar a nuestros vecinos.
La UE no para de leernos la cartilla. Tenemos que terminar de zanjar la reestructuración del sector financiero. Mientras tanto el mayor problema está con el banco que dirige su amigo Rato, patata caliente que nadie quiere digerir.
Y mientras tantol cada dos por tres se nos ofrece el camino del rescate.
A la vista de todo esto, como dijo Rubalcaba, Rajoy jamás ha tenido un plan, aparte del de instalarse en el Palacio de la Moncloa.
¿Cuanto durará? ¿Cuanto deben aguantar los ciudadanos?
Y mañana los Presupuestos, sin verse mejoría, empobreciendonos a todos sin que veamos que sirva para nada.
Seguro que tendremos que hablar más veces.
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